Discurso sobre la dignidad de la olla exprés

Abigaíl Cortés

Pensar en la olla exprés es recordar mi infancia -cada vez más lejana-, sorprenderme ante la inmensa quietud de la vida y mirar con melancolía la edad de la felicidad completa.

Pensar en la olla exprés me recuerda que dejarse cuidar se siente como dormir entre sábanas limpias después de un día largo lleno de juegos.

Pero también, pensar en la olla exprés es recordar la difícil tarea de escoger frijoles, una responsabilidad demasiado grande. No es trabajo menor supervisar que no se cuele ninguna piedra que pudiera herir los dientes de los comensales. Eso es el cuidado hasta en el más mínimo detalle.

Pensar en la olla exprés es pensar que, a pesar de que me acerco ya a los treinta años, hay muchas cosas que mi madre sabe hacer y yo no. Y eso incluye, la paciencia y la maestría de calcular el tiempo que los frijoles deben permanecer en la olla exprés sin que la casa explote.

Y por eso, ahora que vivo lejos de ella, no tengo el valor aún de tener una olla así que compro latas y latas de frijoles que saben no sé bien a qué. Y soy feliz de ir a restaurantes exclusivamente a comer frijoles aunque mis compañeros universitarios –que creen saberlo todo– se burlen de mí. 


 

LA AUTORA

Abi

 

Abigaíl Cortés. Pensadora de la Casa de Escorpio. Es cuidadora, lectora, editora y escritora –así todo junto–. Cree que la ficción en la literatura tiene el poder de decirnos la verdad. A veces, hace música para deshacer sus bloqueos creativos, le gustan las flores –pero no cortarlas de raíz–, las cumbias, las tortugas, los perritos, y la teoría literaria.

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