Abigaíl Vázquez
Virus
agente infeccioso acelular
ventana al universo microscópico
pequeño espacio molecular
pequeño espacio corporal
ha logrado sucumbir al mundo y con el nosotres
jugando a ser diminuto y efímero
y en su diminutez
nos ha arrebatado tanto
y nos ha dado tanto
causante de devoción y desgracia
angustia insoportable
colocandonos entre la impulsividad; la indecisión
colocándome en aquella solitaria voz humana
quizá venía buscando aquella solitaria voz desde tiempo atrás
pasando de un encierro a otro
pareciera que el virus escuchó mis plegarias
y este encierro lo venía construyendo desde entonces
un encierro en mí misma
adentro
está la desesperación
afuera
la esperanza
conflicto antagónico externo
y eterno
es a través de mi ventana
aquella mirada al exterior
que he pensado en nuevas posibilidades
los días pasan y
mi vida se ha vuelto un escurrir del tiempo
un vacío, un rápido avanzar
dividiendo los días en aquellos
en donde contemplo la esperanza a través de la ventana
y aquellos en donde decido esconderla
con la cortina que me brinda esa oscuridad
esa oscuridad tan necesaria como la iluminación
esa oscuridad que me abraza y que me ciega
reduciendo este mundo tan grande y voraz
a mi hogar
mi jardín
mi refugio
he encontrado la verdadera intensidad
de todo lo que coexiste
y he construido desde aquí las utopías
la narrativa íntima
identidad catártica y epifánica
nuestro hogar también es nuestro cuerpo
es casa,
el exterior
el techo
las losetas
la cocina
los movimientos
sortilegio de una compañía
no hay nada allá afuera
ya no hay plazas comerciales,
ni fiestas,
ni iglesias
el mundo es este hogar
este hogar que es refugio
protección y liberación
ser
interior
LA AUTORA
Abigaíl Vázquez. Desde la Península de Yucatán para la munda. Estudiante, capricornio y mala feminista antiespecista. Construyo mundes desde mi habitación y lloro mientras escribo, ¿o escribo mientras lloro?
Hermosa manera de expresar tu sensibilidad, siempre tu, siempre Aby te amo hija.
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